domingo, 25 de marzo de 2012

Mali: de un motín a un golpe de estado


Los golpistas leyendo una declaración en TV
Las crónicas sobre lo que está sucediendo en Mali vienen a decir más o menos lo mismo, y podría resumirse así: los militares malienses se rebelan la tarde del miércoles 21 de marzo en Bamako, la capital del país, en protesta por la falta de medios para combatir la revuelta tuareg que desde enero asola el norte del país. Un grupo de sublevados anuncia la mañana siguiente, a través de la Oficina de Radio y Televisión de Malí (ORTM), haber "puesto fin a un régimen incompetente", así como la disolución de todas las instituciones y la suspensión de la Constitución. A la cabeza de la junta está el capitán Amadou Sanogo.

¿Por qué hemos llegado a esta situación? ¿Cómo explicar que de un motín (reclamo de armas para luchar contra los tuareg) hemos pasado, en menos de 24 horas, a un golpe de estado (obligar a Amadou Toumani Touré a abandonar la presidencia)?

El presidente Amadou Toumani Touré
Las razones son múltiples. Sin embargo, nosotros encontramos tres básicamente. La primera, obvia, sería la rebelión tuareg. Desde comienzo de 2012, Mali es escenario de una dura insurrección del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad que reclama la independencia del norte del país. Los paramilitares tuareg que combatieron junto a Gadafi en la guerra de Libia, y que ahora están de vuelta, someten fácilmente las tropas del Ejército estacionadas en el norte del país y se hacen con el control del territorio. Mientras, el presidente Amadou Toumani Touré en Bamako, la capital, intenta dialogar con los rebeldes y no reacciona con contundencia. Los días pasan y sus esfuerzos de diálogos no dan frutos, y los insurgentes tuareg minan la moral del Ejército. La actitud del presidente no es entendida, no solamente por los militares sino por buena parte de la sociedad.

La segunda razón sería política. Las elecciones presidenciales estaban previstas para el 29 de abril próximo. Pero, a poco más de un mes, el presidente no había hecho absolutamente nada para organizarlas. Esta falta de organización sumada a su actitud negociadora frente a la revuelta en el norte lleva a buena parte de la opinión a pensar que quería aprovechar las circunstancias para no convocar dichas elecciones y, así, perpetuarse en el poder. Esto explicaría que hasta tres días después del golpe militar ningún líder nacional lo condenara.

Mapa de Mali y la zona rebelde
La última razón es diplomática. Se sabe que el norte del país es desértico y forma parte del gran Sahel dónde actúan terroristas, secuestradores de extranjeros, traficantes de toda índole. Sin embargo, es una región rica en gas y petróleo. Ya se esperaba las primeras perforaciones para este año

Además de que al presidente maliense los países vecinos y otros, como Francia, le hayan acusado, más de una vez, de no actuar lo suficiente para poner orden en su territorio; no sería descabellado pensar que las potencias occidentales estén pensando ya en los contratos petrolíferos con los futuros dirigentes de la zona tuareg que en defender al presidente derrocado. No se puede excluir que Amadou Toumani Touré haya sufrido un abandono por parte de las potencias occidentales. Francia, la metrópoli, y Estados Unidos, el gendarme, no han sido contundentes en su condena del golpe de estado, por ejemplo...

Partiendo de estas tres razones se podría entender el paso de una simple protesta por la falta de medios para combatir la rebelión tuareg en el norte del país a un golpe de estado: Amadou Toumani Touré  había perdido apoyo local e internacional.




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